«El sentido de la parábola es éste: La semilla es la palabra de Dios. Los del borde del camino son los que escuchan, pero luego viene el diablo y se lleva la palabra de sus corazones, para que no crean y se salven. Los del terreno pedregoso son los que, al escucharla, reciben la palabra con alegría, pero no tienen raíz; son los que por algún tiempo creen, pero en el momento de la prueba fallan. Lo que cayó entre zarzas son los que escuchan, pero, con los afanes y riquezas y placeres de la vida, se van ahogando y no maduran. Los de la tierra buena son los que con un corazón noble y generoso escuchan la palabra, la guardan y dan fruto perseverando».

El Consiliario

* Defendiste mi causa y mi derecho, sentado en tu trono como Juez Justo» (Salmo 95).

* De la Santa Misa debemos salir más reformados en el amor y más decididos a hacer apostolado.

* «Ama y haz lo que quieres» decía San Agustín. Porque de un acto de amor se siguen multitud de almas buenas.

* Si aprendemos a detener los primeros impulsos de las pasiones desordenadas, un placer aunque legítimo, iremos avanzando por el camino de la santidad.

* La Santísima Trinidad es el mismo Dios. Tres Personas distintas y un solo Dios verdadero. Es un misterio. No lo comprendo, pero no puedo decir: eso no es.

* «La Iglesia es el gran hogar de los hijos de Dios, donde todos nos sentamos a la mesa del Padre para saciarnos en abundancia de la vida Divina» (Trinidad Sánchez Moreno).

* «Tanto amó a Dios al mundo que le entregó su Hijo único» (Jn 3, 16). En Belén en la Cruz, en la Eucaristía. «Dios probó (demostró sinístesin) su amor hacia nosotros en que, siendo pecadores, murió Cristo por nosotros» (Rm 5, 8). «Y nosotros hemos conocido y creído la caridad que Dios los tiene» (1ª Jn 4, 16).

* Motivo de felicidad accidental para los venturados del Cielo es estar en compañía de Cristo (en cuanto a su humanidad) y de la Virgen María, de Los ángeles y de los santos, de volver a encontrarse con los seres queridos y con los amigos que tuvieron durante la vida terrena; y conocer las obras de Dios.