Publicado por manuelmartinezcano | Filed under Imagén - Contracorriente
¡Nos ha nacido el Rey de la paz!
13 jueves Ene 2022
13 jueves Ene 2022
13 jueves Ene 2022
Posted Cosicas
in* La época mosaica va desde Moisés y los profetas hasta Cristo Nuestro Señor. Su resumen y compendio más perfecto se encuentra en los Mandamientos de la Ley de Dios, entregados por Dios a Moisés en el monte Sinaí (Ex. 20, 1-17).
* La Nueva Ley es la promulgada por Cristo y sus Apóstoles para el bien sobrenatural del género humano. Se halla contenida en el Nuevo Testamento y en la Tradición divina bajo la custodia del Magisterio infalible de la Iglesia Católica.
* La Nueva Ley evangélica puede resumirse en el nuevo mandamiento del amor: »Un mandamiento nuevo os doy, que os améis los unos a los otros como Yo os he amado» (Jn. 13, 34).
* Todos los hombres tenemos la obligación de cumplir la Ley divino-positiva.
* La Ley moral es el conjunto de preceptos contenidos en la Ley eterna, la Ley divino-positiva y la Ley natural.
* La Ley moral es la norma objetiva de la moralidad de nuestros actos y, por tanto, obliga en conciencia.
13 jueves Ene 2022
Posted Artículos
in– NUEVOS CARGOS ECLESIÁSTICOS
A raíz de la paz de Constantino el rápido crecimiento del Cristianismo exigía reformas en la organización de la Iglesia. Surgen dos nuevos cargos: el arcipreste y el archidiácono. El arcipreste ocupaba el primer puesto en la Jerarquía, después del Obispo, y lo sustituía a veces en la celebración de los oficios divinos y en la presidencia del colegio presbiteral. Más importante todavía era el archidiácono, que tenía la dirección de la administración de la diócesis; era, con frecuencia, el sucesor del obispo.
Nuevos cargos eclesiásticos de menor trascendencia fueron: los sincellos, los ecónomos, los defensores, los notarios, los archiveros, los mansionarios. Se introdujeron también en este tiempo nuevas órdenes menores: los exorcistas y ostiarios que aparecen en Oriente en el siglo VII. Se establece el nuevo cargo de cantores, como una especie de orden menor.
– COSTUMBRES ECLESIÁSTICAS
Para la formación del clero se construyeron centros de instrucción y escuelas monacales, preludio de los futuros seminarios.
La elección de obispos seguía la forma establecida: el pueblo y el clero interesados elegían a su obispo, con la aprobación de los obispos vecinos; más tarde fueron los príncipes y el Emperador y, a veces, los eclesiásticos los que elegían al obispo o al menos influían decisivamente.
Los eclesiásticos vivían de sus propios recursos y de su trabajo personal. Pero, como las iglesias fueron aumentando su patrimonio con limosnas voluntarias, en muchos casos estas ayudas eran suficientes para la manutención de los clérigos, la construcción y conservación de los templos y para el culto divino.
De las limosnas recibidas se reservaba siempre una parte importante para los pobres. Poco a poco se fue introduciendo el sistema de los diezmos (contribución a la Iglesia de carácter obligatorio), que aparece en el siglo VI, pero generalmente bastaban los donativos voluntarios.
Muchos eclesiásticos tenían costumbre de mantener su virginidad; esto se generalizó de tal manera que los clérigos de órdenes mayores renunciaban al matrimonio. Costumbre que se convirtió, en ley eclesiástica en el Concilio de Elvira (Granada).
En Oriente no se permitía contraer matrimonio a los sacerdotes; si ya estaban casados se les permitía vivir su matrimonio; los diáconos también podían casarse.
– PARROQUIAS, ORATORIOS Y PATRIARCADOS
En los pueblos pequeños vivían sacerdotes encargados de ejercer la cura de almas; los obispos ejercían la cura de almas en las ciudades. A estas comunidades cristianas rurales se las designó como parroquias y a los sacerdotes se les llamó párrocos. En Oriente estaban ya establecidos en el siglo V.
A partir del siglo VI surgen, sobre todo en las Galias y en España las llamadas iglesias propias. Eran iglesias o capillas que señores territoriales o personas ricas establecían en sus propiedades asignándoles los bienes materiales necesarios para mantener el culto y nombrando al capellán que las servía.
También aparecen en este tiempo los oratorios, iglesias secundarias para facilitar la asistencia a los oficios divinos a las personas que vivían lejos de la parroquia. Al párroco que tenía bajo su jurisdicción varias capillas, con sus respectivos capellanes, se le llamaba arcipreste.
En este tiempo todo Occidente pertenecía al Patriarcado de Roma; en Oriente se formaron cinco patriarcados: Constantinopla, para Tracia; Éfeso, para Asia; Cesarea de Capadocia, para el Ponto; Antioquía, para el llamado Oriente; y Alejandría, para Egipto.
Esta división oriental experimentó cambios. Más tarde se reorganizaron en los Patriarcados de Constantinopla, Antioquía, Alejandría y Jerusalén, cuyo derecho patriarcal fue reconocido en el Concilio de Calcedonia en el año 451.