«No creáis que he venido a abolir la Ley o los profetas: no he venido a abolir, sino a dar plenitud. Os aseguro que antes pasarán el cielo y la tierra que deje de cumplirse hasta la última letra o tilde de la Ley. El que se salte uno solo de los preceptos menos importantes, y se lo enseñe así a los hombres será el menos importante en el reino de los cielos. Pero quien los cumpla y enseñe será grande en el Reino de los cielos».

Padre Martínez m.C.R.

* El ayuno no es tanto parquedad en los alimentos sino privación de los vicios (Arzobispo Héctor Aguer).

* Solamente se pierde el que quiere perderse. La bondad de Dios es siempre mayor que nuestra culpa.

* Los judíos talmúdicos que no creen en el Cielo eterno, luchan por establecer en la tierra un paraíso terrenal: “Paraíso marxista, Paraíso de igualdad, fraternidad, libertad, Estado de Bienestar”.

* “Abrirá el paso para ocupar la cabeza del magno grupo de naciones que hablan y rezan en castellano, a la Madre España, a quien Dios, quizás, depare así la gloria de un nuevo Lepanto” (José Ungría).

* Era ya cerca de la hora sexta cuando, al eclipsarse el sol, la oscuridad cayó sobre toda la tierra hasta la hora nona. El velo del Templo se rasgó por medio. Jesús, dando un fuerte grito, dijo: “Padre, en tus manos pongo mi espíritu”.

* Se abrieron los sepulcros, y muchos cuerpos de santos difuntos resucitaron. Por su parte, el centurión y los que con él estaban guardando a Jesús, al ver el terremoto y lo que pasaba, se llenaron de miedo y dijeron: “Verdaderamente, Este era Hijo de Dios”.

* “Como era el día de la Preparación, para que no quedasen los cuerpos en la cruz el sábado -porque aquel sábado era muy solemne-, los judíos rogaron a Pilato que les quebraran las piernas y los retiraran. Fueron, pues, los soldados y quebraron las piernas del primero y del otro crucificado con él. Pero al llegar a Jesús, como le hallaron ya muerto, no le quebraron las piernas.