“Si decimos que no hemos pecado, hacemos de Dios un mentiroso», subrayó el Papa Francisco al tiempo que dijo: «Si tú dices que estás en comunión con el Señor, caminas en la luz… pero ¡la doble vida no!, ¡eso no!».
Esa mentira que estamos acostumbrados a ver, también a caer nosotros en ella… Decir una cosa hacer otra, ¿no? Siempre la tentación… Nosotros sabemos de dónde viene la mentira: en la Biblia, Jesús llama al diablo “padre de la mentira”, el mentiroso. Y por eso, con mucha dulzura, con mucha mansedumbre, este abuelo dice a la Iglesia “adolescente”, a la Iglesia joven: “¡No seas mentirosa!”, debes estar en comunión con Dios, caminar en la luz. Haz obras de luz, no digas una cosa y hagas otra, no a la doble vida y todo eso.
Cardenal Zen
La libertad aquí entre nosotros es cada vez menor. Debemos hablar, denunciar cuánto sucede, dado que también nosotros podremos sufrir la campaña anti-cristiana, que se propaga desde la China continental.
Cardenal Müller
Desde el papa Juan Pablo y luego Benedicto XVI se han asumido políticas claras y sostenidas, siendo la Congregación para la doctrina de la fe la llamada a resolver estos asuntos. El papa Francisco, como sabemos, ha continuado con mayor empuje y decisión ese trabajo. Pero es completamente necesaria una acción decidida de los obispos en sus propias diócesis, tendentes a crear ambientes pastorales sanos, donde el abuso de poder, que es siempre el antecedente de los abusos sexuales, sea completamente erradicado.
Cardenal Robert Sarah
Si somos bautizados, si nos reconocemos como hijos de Dios y seguidores de Cristo, entonces o bien Dios es todo para nosotros y para nuestra vida o nuestra vida será en vano en la búsqueda de la satisfacción continua de nuestro «ego». El reto, especialmente para nuestro mundo de hoy, que no tanto ha matado a Dios, sino que lo ha relegado a la indiferencia, es poner a Dios en el centro. Tanto Benedicto XVI y Francisco nos han recordado esto: de la indiferencia hacia Dios viene la indiferencia hacia los demás. De hecho, si no nos reconocemos a nosotros mismos como hijos de un mismo Padre, ¿cómo vamos a reconocernos unos a otros como hermanos?
Cardenal Mauro Piacenza
Con sus predicaciones, el P. Werenfried perturbó la falsa tranquilidad espiritual de quiénes creían poder salvarse sin preocuparse de los demás.
Cardenal Antonio Mª Rouco
El futuro de las nuevas generaciones depende decisivamente de las familias cristianas… Y la experiencia pone también de manifiesto que la misión de la escuela resulta seriamente entorpecida y aun imposibilitada cuando no cuenta con la colaboración de los padres y de una vida familiar acorde con la ley natural y divina. El Estado no puede sustituir, ni siquiera suplir, el papel propio de esas dos instituciones básicas para el desarrollo de la persona.
