Padre Martínez m.C.R.

La tierra no es el infierno. Ni tampoco el Cielo. Iremos a vivir eternamente al Cielo o al infierno según nuestra correspondencia a la gracia divina, en esta vida terrena.

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El mal llamado Estado islámico asesina a miles de inocentes. En el llamado Estado de derecho democrático se asesinan a más de cincuenta millones de niños inocentes cada año.

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Nunca más habrá paz en la tierra. El aborto es una guerra satánica contra los niños inocentes. Los abortistas son hijos de las tinieblas, de la confusión contemporánea que pervierte los entendimientos y corrompen los corazones.

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El multicultorismo, es sencillamente, desarraigar las personas de sus raíces históricas y religiosas. Tener mano de obra barata. Y votar a los poderosos materialistas de este mundo democratista.

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Los de la sinagoga de Satanás no son hijos de Abraham. Su dios es el dinero, el becerro de oro. El Dios de Abraham y de los judíos es Yahvé, Dios vivo y eterno.

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Leemos que “Jesús es el rostro de la misericordia del Padre”. Jesús es la Misericordia Divina. El Padre es la Misericordia Divina. El Espíritu Santo es la Misericordia Divina. Dios es inefable.

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La causa fundamental de la náusea y angustia del hombre postmoderno es su alejamiento de Dios. Sin Dios el hombre es un animalico. Para los politiqueros, un voto.