iglesiaPapa Francisco

Sabemos que la pastoralpopular como bien lo ha escrito Pablo VI en la exhortación apostólicaEvangelii nuntiandi, “Tieneciertamente sus límites. Está expuestafrecuentemente a muchas deformacionesde la religión”, pero prosigue,“cuando está bien orientada,sobre tocio mediante una pedagogíade evangelización, contiene muchosvalores. Refleja una sed de Dios quesolamente los pobres y sencillos puedenconocer. Hace capaz de generosidady sacrificio hasta el heroísmo,cuando se trata de manifestar la fe.Comporta un hondo sentido de losatributos profundos ele Dios: la paternidad,la providencia, la presenciaamorosa y constante. Engendra actitudesinteriores que raramente puedenobservarse en el mismo gradoen quienes no poseen esa religiosidad paciencia, sentido de la cruz enla vida cotidiana, desapego, aceptaciónde los demás, devoción. Teniendoen cuenta esos aspectos, la llamamosgustosamente »piedad popular»,es decir, religión del pueblo, másbien que religiosidad… Bien orientada,esta religiosidad popular puedeser cada vez más, para nuestras masaspopulares, un verdadero encuentrocon Dios en Jesucristo”.

Cardenal Robert Sarah

La segunda razón, por otro lado, es la consideración que mueve el mundosecularizado de considerar la santidad como una superstición. Excluir a Dios denuestra vida nos empuja a excluir toda posibilidad de que Dios nos salve denuestros pecados. En la raíz, siempre existe la pretensión de hacerlo por sí mismo,de ser autosuficiente y también lo que el positivismo y la ciencia nos hanenseñado. Y esto incluso lleva a la creencia de ser capaz de crear vida de símisma a través de la tecnología. El beato Pablo VI ya ha afirmado esto en«Populorum Progressio» que «no hay un verdadero humanismo sino el que estáabierto al Absoluto y en el reconocimiento de una vocación que ofrece la ideaverdadera de la vida humana».

Cardenal Juan Luis Cipriani

He visto cómo el diálogo con la mentira no resuelve nada.

Cardenal Marc Ouellet

Hay que luchar contra laexplotación de los pobres, el comercio ilícito,las leyes injustas en cuanto a la inmigración,la violencia urbana, la desintegraciónfamiliar, y muchas otras dolencias.

Cardenal Antonio Cañizares

Aparte de las razones históricas, jurídicas, económicas, políticas, de ordenamiento del Estado y desde el punto de vista moral, la unidad de España plantea cuestiones de calado que afectan al corazón mismo de la realidad social de España, del bien común de nuestra sociedad.