Falsa esperanza
Algunos clérigos, tal vez porque creen, erróneamente, que la atracción por personas del mismo sexo es genética e inmutable, han estimulado a individuos que experimentan atracción por el mismo sexo que se identifiquen con la comunidad homosexual, proclamando públicamente el ser “gay” o lesbiana, pero vivir la castidad en su vida personal. Hay varias razones por la cuales es este una conducta equivocada:
- Se basa en una idea errónea que la atracción por el mismo sexo es un aspecto inmutable del individuo y descorazona a las personas de buscar ayuda.
- La comunidad “gay” promueve una ética de conducta sexual que es antitética a las enseñanzas de la Iglesia Católica sobre sexualidad, y no oculta su deseo de eliminar la “erotofobia” y el “heterosexualismo”. Sencillamente, no hay manera que se puedan reconciliar las posiciones de los personeros de la comunidad “gay” con las de la Iglesia Católica.
- Coloca a personas que son fáciles de tentar en lugares que deben ser considerados como ocasión próxima de pecado.
- Crea una falsa esperanza de que la Iglesia pueda cambiar eventualmente su enseñanza de moral sexual.
Los católicos tienen que tratar de ayudar a personas que experimentan atracción por el mismo sexo, a aquellos que están activamente envueltos en actos homosexuales, y particularmente a aquellos que están afectados por enfermedades de transmisión sexual, con amor, esperanza y un mensaje auténtico, y sin compromisos, de liberación del pecado por Jesucristo.
Declaración sobre la homosexualidad de la Asociación Médica Católica