San José, esposo de la madre de Dios, como cabeza de la familia más santa, como padre nutricio del Hijo de Dios, y como el leal depositario de los tesoros de la Santísima Trinidad.
ALABANZAS
Oh glorioso Patriarca, San José, a Vos vengo para veneraros de corazón como al más fiel esposo de la madre de Dios, como cabeza de la familia más santa, como padre nutricio del Hijo de Dios, y como el leal depositario de los tesoros de la Santísima Trinidad.
En vuestra persona honro la elección del Padre que quiso compartir con Vos la autoridad sobre su Unigénito Hijo; venero la elección del Hijo divino quien quería obedeceros y recibir su sustento ganado por el trabajo de vuestras manos; la elección del Espíritu Santo, quien os confió su castísima esposa.
Os ensalzo porque habéis llevado en vuestras manos al Niño Dios, estrechándole a vuestro pecho, transportado de alegría.
¿Con qué intención te acercas a la Iglesia? ¡Déjate guiar por el amor que Dios te tiene!
16.- RESPETO A LA IGLESIA
El celo más santo tiene sus manifestaciones más sublimes; no puedo admitir todos los obstáculos que se interponen a la gloria de Dios. He aquí al Corazón de Jesús encendido del celo más ardiente por la gloria del Padre; por Él obra, por Él sufre, a Él da gracias
¿Estás verdaderamente persuadido de que la Iglesia es en verdad la casa de Dios, el lugar donde están los ángeles para hacer la guardia a Jesús Eucaristía, el lugar donde se manifiesta más claramente a las almas? Y si estás plenamente convencido, ¿con qué intención te acercas a la Iglesia? Déjate guiar por el amor que Dios te tiene.
La conferencia que voy a pronunciar lo ha sido el 28 de agosto de 1992, en Rímini, Italia, como conclusión del gran Meeting de “Comunión y Liberación”, ante las 10.000 personas presentes en su auditorio.
En cierto modo, tomo aquí la palabra como un intruso, para presentar lo que fue la evangelización de América. Porque esta evangelización fue sobre todo española, y yo soy francés. Pero esta intromisión por mi parte, habiendo sido querida por los organizadores de la presente reunión, manifiesta ciertamente una realidad muy profunda, una caridad y una finura muy italianas. Italia, como madre de todos los países latinos, y por ello tanto de Francia como de España, sabe con instinto maternal que uno de sus hijos puede defender al otro de forma más eficaz de lo que éste mismo haría. Porque, al ser menos implicado, su convicción, parece, y es, más desinteresada.
Además, los mismos españoles no dejan de animarme a continuar mi tarea de información sobre este punto. El arzobispo de Valladolid, introductor de la causa de beatificación de Isabel la Católica, me escribía el pasado 11 de junio: “continúe su trabajo historiográfico, tan oportuno en estos tiempos de perjuicios y de parcialidades difíciles de combatir victoriosamente”, como, sin embargo, el honor de la Iglesia y de los católicos lo exige.
Por ello, perdónenme, se lo ruego, mi intromisión. Y permítanme exponer la defensa que quiero hacer de nuestro común hermano español, objeto de una vindicta muy injusta, absurda, de parte de aquellos que el arzobispo de Valladolid llama en la misma carta “grupos interesados”.
* «El cancer de la economía es la usura» (Juan Antonio Wildo).
* Dios es amor. Viviremos eternamente amando. El amor nunca envejece. Siempre es nuevo.
* Los santos sufrieron grandes tentaciones que vencieron por su humildad y su devoción a la Virgen María.
* «La Revolución es la aplicación del racionalismo (naturalismo) al orden civil, político y social… Su fin es eliminar al cristianismo entero» (Monseñor Freppel).
* En una Nota publicada en Razón Española, Manuel Antonio Orodea dice: «Desgraciadamente no poco frecuentes asesinatos de niños por sus madres, las víctimas los matan por ser sus hijos».