CUARTO PRIVILEGIO
Os felicito, glorioso San José, y doy infinitas gracias a Dios porque os concedió una fe vivísima y constante con la que creísteis que era obra del Espíritu Santo el fruto de vuestra purísima Esposa: por esta vuestra felicidad, os suplico que me alcancéis la incomparable de vivir y morir con la mayor firmeza en la santa fe católica. Así sea, Jesús, María y José.