
Padre Martínez m.C.R.
* La Ley natural es inmutable; nadie puede cambiar nada de la Ley natural. No puede cambiar con los tiempos, ni con las condiciones históricas o culturales, porque la naturaleza humana no cambia con el paso de los años, siempre es la misma.
* La Ley natural obliga siempre, no admite dispensa. Ningún legislador humano puede dispensar de la Ley natural, porque es una participación de la Ley eterna que está enraizada en la misma naturaleza de las cosas, tal como las conoce el entendimiento divino, en el que no cabe error ni contradicción.
* Cuando una ley civil contradice a la Ley natural, en realidad es sólo apariencia de ley y no hay obligación de cumplirla, sino más bien de rechazarla y oponerse a ella (leyes del aborto, divorcio, etc.).
* La Ley divino-positiva procede de la libre e inmediata determinación de Dios, comunicada al hombre por medio de la Revelación divina.
* En la revelación de la Ley divino-positiva se distinguen dos etapas principales: la Antigua y la Nueva Ley.
* La Ley Antigua abarca dos períodos: la época primitiva y la época mosaica. La época primitiva se extiende desde la creación del hombre hasta la promulgación de los Mandamientos de la Ley de Dios. Contenía preceptos como la circuncisión (Gen. 17, 10), unidad e indisolubilidad del matrimonio (Gen. 2, 24), etc.
* Karl Vossler, Rector de la Universidad de Munich: España, el pais al que se ha querido negar todo Renacimiento, demuestra en su fe, en su poesía popular, en todas las artes y ciencias, lo mismo que en sus costunbres, una tradición tan fuerte y tan persistente, en continua renovación, como en ninguna otra nación en Europa