Abrieron un boquete y descolgaron la camilla con el paralítico. Viendo Jesús la fe que tenían, le dijo al paralítico: «Hijo, tus pecados quedan perdonados». Unos escribas, que estaban allí sentados, pensaban para sus adentros: «Por qué habla éste así? Blasfema. ¿Quién puede perdonar pecados, fuera de Dios?» Jesús se dio cuenta de lo que pensaban y les dijo: «¿Por qué pensáis eso? ¿Qué es más fácil: decirle al paralítico «tus pecados quedan perdonados» o decirle «levántate, coge la camilla y echa a andar?» Pues, para que veáis que el Hijo del hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados…» Entonces le dijo al paralítico: «Contigo hablo: Levántate, coge tu camilla y vete a tu casa.»

Padre Martínez Cano, m.C.R.

* La moral, es la ciencia teórico-práctica que enseña a portarnos bien en el cumplimiento de nuestros deberes.

* La moral no puede darse sin Dios o sin la Religión, porque el hombre ha sido creado por Dios y es el mismo Dios quien ha señalado al hombre los medios que ha de usar para alcanzar su fin.

* La moral natural es buena, pero no basta, porque el fin del hombre no es meramente natural; se necesita, además, la moral sobrenatural, porque el fin del hombre es un fin sobrenatural que alcanza con el cumplimiento de los deberes que le enseñan la Religión y la Moral Católica.

* En nuestros tiempos se difunden muchos errores morales. La falsa »moral de actitudes» enseña que lo importante es la actitud que habitualmente mantiene la persona ante Dios.

* Lo importante para los partidarios de esta falsa moral es la opción fundamental de amar a Dios. Los actos concretos no tienen importancia. Todo está bien. Nada es pecado. No hay distinción entre pecado mortal y venial.

* El error fundamental de esta doctrina es olvidar que la libertad del hombre es una libertad limitada por el pecado original y los pecados personales. El hombre puede cometer pecados mortales no sólo porque directamente se opone a Dios, sino también por debilidad.