Nuestra Revolución no merecería este nombre si no estuviese llena de su contenido doctrinal que nos arrastra, con carácter de permanencia, a servir el destino histórico español cambiando para un siglo el signo de nuestra Historia.

Dar forma al ansia colectiva

Las razones de nuestro Movimiento no pueden limitarse al hecho inicial de nuestra Cruzada; su virtualidad descansa precisamente en haber sabido dar forma a aquel que venía torciendo el destino histórico de nuestro pueblo a través de los egoísmos e intereses acumulados en dos siglos de total abandono.

Si alguien, empequeñeciendo sus horizontes, le bastaba con alcanzar el que España no desapareciese como nación, otros, con mayor responsabilidad y visión, no nos conformamos ni nos conformaremos jamás con retroceder a una situación en que las mismas causas provocarían a plazo fijo los mismos efectos. Nuestra Revolución no merecería este nombre si no estuviese llena de su contenido doctrinal que nos arrastra, con carácter de permanencia, a servir el destino histórico español cambiando para un siglo el signo de nuestra Historia.

(28-HI-1950: Alocución al Frente de Juventudes.)