Padre Martínez Cano, m.C.R.

* Para formar bien la conciencia nos ayudará mucho el examen de conciencia diario y la práctica de la verdadera humildad de corazón, ya que sólo el humilde se conoce perfectamente a sí mismo.

* Porque la humildad es la verdad. Y la verdad es que en muchas ocasiones no hemos sido sinceros con Dios, ni con el prójimo, ni con nosotros mismos.

* Para formar bien la conciencia es preciso hacer un esfuerzo para adquirir los necesarios conocimientos morales que nos permitan formar rectamente nuestra conciencia.

* Hay que apartar de la mente toda clase de prejuicios a priori y estudiar con sinceridad los principios de la moral cristiana y aceptarlos sin discusión para ajustar nuestra conciencia a nuestros deberes y obligaciones.

* Los principales medios sobrenaturales para formar la conciencia son tres: la oración, la práctica de la virtud y la frecuente confesión sacramental.

* Obliga a practicar un diligente examen previo, para descubrir nuestras faltas y aumenta nuestras luces con los sanos consejos del confesor, que disipan nuestras dudas, aclaran nuestras ideas y nos empujan a una delicadeza y pureza de conciencia cada vez mayor.