Mossèn Manel
* La conciencia delicada se distingue de la conciencia escrupulosa en que ésta ve pecado donde no lo hay, mientras que la conciencia delicada lo ve donde existe realmente, aunque sea muy pequeño.
* Todo buen cristiano debería procurar tener una conciencia delicada, pues evitando los pecados más pequeños, el alma se eleva fácilmente hacia las grandes alturas de la perfección cristiana.
* Los medios eficaces para reformar la conciencia laxa son: una sólida formación religiosa, huir de las ocasiones peligrosas y del trato con personas superficiales.
* Examen diario de conciencia, lectura de libros piadosos, meditación de los novísimos, fomentar el temor de Dios por medio de la oración y la frecuencia de los sacramentos.
* La conciencia es la regla próxima de nuestros actos morales y, como la felicidad temporal y eterna depende de la moralidad de los actos humanos, tenemos la obligación de formarnos bien la propia conciencia.
* Para formarse bien la conciencia se ha de ser siempre sincero, decir siempre la verdad, cueste lo que cueste; presentándonos en todas partes tal como somos realmente, sin doblez alguna.