JEAN DUMONT, Historiador francés

ISABEL LA CATÓLICA, LA GRAN CRISTIANA OLVIDADA

LA PERSECUCIÓN RELIGIOSA DE LA REVOLUCIÓN FRANCESA, ¿PATINAZO O PLAN ORGANIZADO?

Es así como nuestras habituales historiografías contrastadas presentan el supuesto dilema, fundamentando el juicio histórico sobre la realidad y la huella histórica, de la persecución religiosa de la Revolución francesa.

En favor de la concepción de la persecución religiosa de la Revolución francesa como simple patinazo milita un conformismo histórico fortificado por la adulación o por el miedo reverencial, hacia la Revolución. Compiten. en este sentido la historiografía demócrata-cristiana y progresista-cristiana, empapada de republicanismo, desde Latreille a Daniel-Rops, Plongeron y Pierrard. Le acompañan la historiografía liberal, de Tocqueville al Jean Marc Varaut. Y la historiografía republicana moderada de Aulard y Reinhard a Furet. Solamente los bolcheviques brutales, como Soboul, no se complican la vida con estos miramientos y proclaman la Revolución y la Religión como “incompatibles”.

En favor de la concepción de un plan organizado, milita otro conformismo, el de una cierta historiografía tradicionalista, antirrevolucionaria, cuyo iniciador fue el ex-jesuita Barruel, denunciante de un complot de la masonería anticatólica que, se dice, inspiró y armó toda la Revolución desde 1789.