En las preces de la Iglesia no he oído pedir por el Nuevo Orden Mundial, la ONU y todas las demás invenciones de los hombres.
Debemos pedir por la salvación de las almas, la conversión de los pecadores, la fidelidad a Cristo, por los perseguidos por su fe, los marginados… Siempre pensando en la vida eterna.
*
Jesús le dijo a la mujer adúltera: vete y no peque más. También nos lo dice a nosotros hoy.
No pecar más. Acudir a los medios que nos ofrece la Iglesia, sacramentos, oración… Es necesario arrepentirse de nuestros pecados para que la Misericordia de Dios nos perdone. A todos nos da la gracia que necesitamos para salvarnos.
*
Nadie como la Iglesia trabaja para erradicar las miserias que abruman a la humanidad: pobreza, hambre, marginados, mal trato de mujeres, aborto…
Luchemos y trabajemos por instaurar el Reinado Social de Jesucristo para remediar estas miserias. Y, sobre todo, para ayudar a la salvación de las almas.