El Santuario de la Asunción

Los inicios de la devoción de la Santísima Virgen de Ta’ Pinu son tan antiguos que se pierden en el tiempo. Antes de recibir el nombre de Ta’ Pinu la iglesia local era una capilla pequeña conocida como Tal– Ġentilidedicada a la Asunción y que existía ya antes de 1545 d. C. Hay documentos que registran que fue reconstruida, lo cual señala que la Capilla ya se encontraba allí mucho antes de 1545. En 1575, el visitador apostólico Pietro Duzina, enviado por el papa Gregorio XIII, la encontró en un estado tan malo que ordenó su demolición. Cuando iba a empezar la demolición, un obrero se rompió el brazo al propinar el primer golpe, hecho que fue tomado como un presagio de que la capilla debía conservarse para futuras generaciones. Fue la única capilla de la isla que sobrevivió al decreto de Duzina. En 1587, la propiedad de la capilla cambió de manos y, con ello, perdió el nombre de Tal-Ġentili y pasó a conocerse como Ta’ Pinu, en honor a Pinu Gauci, que se había convertido en procurador de la Iglesia en 1958, que pagó la restauración y que también encargó la pintura de la Asunción de Nuestra Señora para el altar mayor.

Con el tiempo, debido a los acontecimientos de 1883, la modesta y desconocida capilla campestre se convirtió en un venerado santuario mariano, visitado por multitud de gozitanos, malteses y personas de más allá del mar. Tanto fue así que, pocos años después, se tomó la decisión de construir un santuario digno de tal alabanza a la Madre de Dios para acomodar a las grandes multitudes. Debido a ciertos contratiempos, la construcción de la iglesia empezó treinta años después, en 1920. Así, el 30 de mayo del pasado 2020 marcó el centenario de la bendición de la primera piedra. La iglesia neorrománica se construyó frente a la antigua capilla, que permanece intacta detrás del altar y aún alberga la milagrosa pintura de la Asunción de Nuestra Señora.

Las apariciones de Nuestra Señora de Ta’ Pinu

En la investigación histórica más antigua sobre este santuario mariano, de 1891, publicada como La Beata Vergine Ta’ Pinu a Gozo (“La Santa Virgen de Ta’ Pinu en Gozo”, en italiano), se lee: 

El 22 de junio de 1883, Karmni Grima de Gharb (…) escuchó que la llamaban cuando iba de vuelta a casa. [En torno a las] 10:30 am, una voz misteriosa la llamó tres veces: ‘¡Ven! ¡Ven! ¡Ven!’. Karmni estaba atónita porque, en ese momento del día, los campos estaban desiertos y no era posible que nadie le estuviera hablando. [Cuando] retomó su camino, la misma voz misteriosa le dijo: ‘Ven, ven hoy, porque pasará un año antes de que puedas visitar este lugar otra vez’. Así que, asombrada, caminó hacia la capilla suponiendo que vería a la Santa Virgen. Al acercarse a la capilla, (…) echó un vistazo a través de una pequeña rendija en la puerta, pero no vio a nadie.

Tras recuperar la compostura, entró en la capilla y, mientras rezaba, la inundó un sentimiento inefable de éxtasis. (…) La misma voz le dijo de nuevo: ‘Recita tres avemarías en recuerdo de los tres días en que mi cuerpo yació en la tumba’, y eso hizo.

En su libro Ta’ Pinu Shrine. The Pilgrims’ Haven (“El santuario de Ta’ Pinu. El paraíso de los peregrinos”, en inglés), Mons. Nicholas J. Cauchi (obispo de Gozo de 1972 a 2005), escribe: 

Durante dos años, Karmni no dijo una palabra sobre lo que había sucedido. Entonces, desveló su secreto a Franġisk Portelli, un hombre [honesto] conocido por su devoción a Nuestra Señora de Ta’ Pinu [cuyo] corazón se llenó de alegría (…). En torno a la misma época, él había escuchado una voz misteriosa que le pedía que dijera oraciones en honor a la herida oculta en el hombro de Cristo causada por la carga de la pesada cruz durante el tortuoso camino al Calvario. Poco tiempo después, la madre de Franġisk fue milagrosamente curada por la intercesión de la Santísima Virgen de Ta’ Pinu. Era obvio que el asunto ya no podía permanecer más tiempo en secreto y empezaron a propagarse como el fuego rumores de que dos personas del pueblo de Gharb habían recibido un mensaje.

Se conservan documentos escritos por el director espiritual de Karmni que también dan testimonio de que la Santa Virgen se le apareció incluso en su casa en el pueblo de Gharb. Hoy, la casa de Karmni está abierta a los visitantes.

El santuario de Nuestra Señora de Ta’ Pinu se consagró y abrió al público el 13 de diciembre de 1931 y, en 1932, fue elevado a basílica menor por el papa Pío XI. El 20 de junio de 1935, la Imagen Sagrada fue coronada por el legado del Papa. El 26 de mayo de 1990, el Papa San Juan Pablo II colocó un halo de cinco estrellas doradas para dar testimonio de la devoción del pueblo maltés a la Madre de Dios. El 18 de abril de 2010, el Papa Benedicto XVI adornó la venerada imagen con una rosa dorada. En esta ocasión, abrió su corazón para todos y dijo: “Conozco la especial devoción del pueblo maltés a la Madre de Dios, expresada con el gran fervor a la Virgen de Ta’Pinu, y por eso me alegra tener la oportunidad de orar ante su imagen (…) Me complace también ofrecerla una rosa de oro, como signo de nuestra filial devoción común a la Madre de Dios. Os pido, en particular, que la invoquéis con el título de Reina de la Familia…”.