
Recapitulada por el P. Cano
– EVANGELIZACIÓN DE CROACIA, MORAVIA, BULGARIA Y BOHEMIA
Croacia. Las primeras conversiones ocurridas a principios del siglo VII tuvieron lugar entre los croatas; los misioneros consiguieron convertir a su príncipe Porga y a un buen número de croatas.
El Emperador Heraclio parece que obligó a los serbios a abrazar el Cristianismo. Los carantanos de Carintia, Crainia y Estiria fueron evangelizados por misioneros de Salzburgo; los avaros, emparentados con los hunos, se convirtieron espontáneamente al ser vencidos por Carlomagno.
Moravia. La evangelización de Moravia, en los confines del Imperio Romano, comienza a principios del siglo IX por sacerdotes francos; su caudillo Pribina recibió el Bautismo el año 930. Sin embargo, el Cristianismo no echó raíces hasta que los santos Cirilo y Metodio desarrollan su actividad misionera.
Bulgaria. Bulgaria, pueblo situado al sur del Danubio, fue evangelizado esporádicamente por sacerdotes griegos; también conoció la fe católica por muchos presos cristianos antes del siglo IX. Ocupado el pueblo en sus empresas guerreras y llevado por su carácter indómito, no aceptó el evangelio de Cristo. Pero su rey Boris se bautizó el año 864 e inmediatamente influyó para que su pueblo aceptara la Ley de Cristo; luchó valientemente contra los paganos que ofrecían resistencia.
Bohemia. La introducción del Cristianismo en Bohemia, en la región de los checos, tuvo lugar el año 845; se bautizaron catorce de sus principales jefes en Ratisbona. La fe católica se afianzó definitivamente en tiempo de Boleslao II el piadoso (967- 999), que fundó el obispado de Praga.
– EVANGELIZACIÓN DE POLONIA, HUNGRÍA, PRUSIA Y RUSIA
Polonia. La semilla cristiana penetró en Polonia con ocasión del matrimonio del duque Miecislav I (964-992) con la hija de Boleslao I de Bohemia, Dombrowska, que ya era cristiana. En 966 el duque recibe el Bautismo e inicia la evangelización de su pueblo. Pronto surgió el obispado de Posen. A partir de la segunda mitad del siglo X, misioneros bohemios y alemanes completan la conversión de Polonia. Se erigió el arzobispado de Guesen, con los obispados de Cracovia, Breslau y otros. El Cristianismo se consolidó rápidamente. Uno de los que más contribuyeron fue el rey Casimiro I.
Hungría. Los húngaros fueron durante muchos años el terror de los pueblos cristianos vecinos; pero vencidos por Otón I el año 955 en la batalla de Lech, pudo iniciarse su evangelización. El año 973 el obispo de Passau comunica al Papa Benedicto VI el bautismo de 500 húngaros. El obispo Bruno de Wenden, Wolfgang de Ratisbona y Adalberto de Praga trabajaron incansablemente para evangelizar a los húngaros. Completa la evangelización de Hungría su rey Esteban el Santo (997-1038), que emprendió una campaña activísima en favor de la Iglesia.
Prusia. El obispo Adalberto de Praga fue el primero que intentó a fines del siglo X introducir el Cristianismo en Prusia, pero fue asesinado a la semana de iniciar su apostolado, el 24 de abril del año 997; en 1009 mueren otros veinte mártires; sólo años más tarde se abrió Prusia al Evangelio.
Rusia. La evangelización de este inmenso territorio la iniciaron los Patriarcas de Bizancio, Ignacio y Focio, con escaso resultado. En 995 Olga, viuda del gran príncipe Igor, fue bautizada en Constantinopla. A petición suya, Otón I mandó a Rusia al obispo Adalberto de Magdeburgo, que fracasa en su empresa evangelizadora. En el año 998, misioneros bizantinos establecen el Cristianismo en Rusia, que se afianza durante el reinado del biznieto de Olga, Jaroslav. Éste creó en el año 1035 el arzobispado de Kiew. La vida de la iglesia ortodoxa rusa fue prosperando con el transcurso de los años.