Los Reyes Católicos y Torquemada

JEAN DUMONT, Historiador francés

ISABEL LA CATÓLICA, LA GRAN CRISTIANA OLVIDADA

LA INQUISICIÓN ESPAÑOLA: SOMBRAS, PERO TAMBIÉN LUCES (VII) 

Un jalón bíblico y cristiano

Un punto importante: Torquemada era de origen judío, según el testimonio de otro ex-judío, el cronista y secretario de los Reyes Católicos, Hernando de Pulgar. La represión de la herejía judaizante, por tanto, no era, en él particularmente, producto de un odio racista. Sino defensa de la integridad de la fe católica en la España de la década de 1480, en la que el crecimiento de un judaísmo numeroso, influyente, ofensivo, ponía en peligro “la existencia misma de la España cristiana”, como escribió Ludwig von Pastor, autor de una inmensa y erudita Historia de los papas. Esta defensa no cesaban de pedirla, desde hacía medio siglo, una gran cantidad de ex-judíos sinceramente convertidos, como lo era Torquemada. Refiriéndose al fundamento bíblico de la defensa inquisitorial de la fe establecido, lo hemos visto, por el Deuteronomio. Así el relator ex-judío de la audiencia real en la época de Juan II y Enrique IV, Fernando Díaz de Toledo, muerto en 1457, escribía: “Si algún cristiano nuevo hay que mal use, que sea punido e castigado cruelmente y yo seré el primero que traeré la leña en que lo quemen y daré el fuego. Y aún pongo por conclusión que, si él descendiere del linaje israelítico, debe ser más grandemente y cruelmente punido, pues que yerra a sabiendas, habiendo más noticias de la Ley y de los Profetas que otro”. Torquemada no era, por lo tanto, un opresor gratuito que saciara una maniática pasión oscurantista de represión. Sino, queriendo ser coherente y dominándose, el jalón de una larga tradición, la bíblica, que él moderaba con el perdón cristiano.