

06 Miércoles Feb 2019
Posted Oraciones
in06 Miércoles Feb 2019
Posted Artículos - Contracorriente
inLa experiencia personal de la M. María Félix puede ayudarnos a vivir el Año de la Misericordia convocado por el Papa Francisco. Ella recibió la gracia de experimentar con gran profundidad el misterio del pecado como ofensa personal al Corazón del Señor, y el misterio aún mayor de su infinita misericordia para con el pecador. Ella misma se sentía una gran pecadora, cualquier pequeña imperfección le parecía una inmensa ingratitud: ¡Cuánto he ofendido a Dios y cuánto me ha amado y me ama Dios! Estos dos extremos son el gran misterio de la vida, misterio que me sobrecoge, que me confunde, que me paraliza estática ante su grandeza, que me lanza ardiente a Él, que me ha perdonado y que me ha conquistado con la grandeza de su misericordia. Toda su experiencia vital, recogida en los escritos autobiográficos, resume esta misma idea. Por eso, en el momento de su redacción, el 7 de enero de 1953, escribe:
La antevíspera de Reyes, cogí este cuaderno y otros de apuntes espirituales con propósito de continuar escribiendo estas notas en las que no he puesto las manos desde hace casi un año y medio, a pesar de haber sentido más de una vez algún cosquilleo de remordimiento, porque la obediencia ha de ser pronta y en mí esta de escribir es apática y remolona y la conciencia me acusaba de no ser fiel.
Leí este cuaderno y algo de los otros y me quedé asustada: soy un verdadero monstruo de ingratitud y de iniquidad. Dios es un océano inmenso, infinito, de paciencia y de misericordia. He aquí la gran carrera entre Dios y yo: Él a amarme; yo a ofenderle. Él a perdonarme; yo a abusar de sus gracias. Él a atraerme incesantemente a Sí; yo a separarme constantemente de Él. Él a moverme, a iluminarme, a encenderme con sus inspiraciones, con sus amores; yo a paralizarme, a dormitar en las tinieblas, a , en la red de mis imperfecciones, bajo la losa de mis pecados.
Ésta es la historia. Y sin embargo no quisiera que fuese así. No quiero que sea así. (…)
Del libro de mi vida quisiera arrancar todas aquellas páginas negras de ingratitudes para con Dios, de fealdades, de deformaciones, de pecados; quisiera aun arrancar aquellas grises de inconsciencias, de fragilidades involuntarias. Tan sólo dejaría aquellas que registran la acción de Dios en mí, aquellas que cuentan mi acción bajo la fascinación de Él; las empapadas por las lágrimas de la gratitud y del amor; las divinizadas por mi perderme en Él. Pero ni una sola negra o gris puedo arrancar, y ni una sola luminosa puedo añadir. Y este libro de mi vida pasada y presente, escrito ya en el Cielo y en el fondo de mi conciencia, remueve mis entrañas en la divina presencia y me arranca otras páginas impregnadas de contrición, de confusión, de humildad, de propósitos firmes y decididos de no defraudar los planes de Dios sobre mi alma; impregnadas de aquel amor y gratitud y confianza que rezuman los sentimientos del hijo pródigo y los del publicano y los de todos los grandes pecadores que deben a Jesucristo no una vez, sino millares de veces, su salvación.
El plano espiritual del camino recorrido por mi alma quisiera describirlo todo sin que un solo contraste de luz y de sombra se perdiese para que el Señor fuese muy glorificado por su gran misericordia, por su infinita bondad, por su amor enorme, de dimensiones divinas a nosotros los pobres humanos. (…)
En ese claroscuro de su bondad y de mi iniquidad me gozo, por la gloria que para Él redunda, y quisiera que se gozasen todos; y movida de este deseo quisiera contar todas las misericordias de Él y todas las iniquidades mías; aunque confieso sinceramente que, puesta a contar, la mayor parte de las veces siento o un rubor santo o una torpeza humana al hablar de Él, y un asco y una vergüenza invencible al hablar de mí.
06 Miércoles Feb 2019
Posted Hemos leído
inPablo
Una característica de este “cristianismo secundario” es la cultura del oxímoron: ya nada está jerarquizado o estructurado armoniosamente, sino que se tiende a justificar las contradicciones o las incoherencias. Todo se convierte en conciliable e inclusivo. Cuando se quiere conciliar el consenso y la diferencia se habla de “consenso diferenciado”; y si se pretende justificar un cambio de rumbo en cualquier orden, se habla del “cambio en la continuidad”. (Custodio Ballester Bielsa, pbro.)
Jesús ofrece un criterio fundamental que avala la pertenencia a la comunidad de hermanos: escuchar la Palabra y practicarla (cf. Lc 8, 21). Quiere decir que “la fraternidad cristiana está siempre por delante de los lazos biológicos”. Es la Palabra quien la congrega y, en torno a ella, los integrantes abrazarán la verdad liberadora (cf. Lc 8, 32). (Ángela Cabrera – VIDA SOBRENATURAL)
Es María la que formará los pequeños cenáculos de jóvenes con vocación sacerdotal, que, para salvaguardarse, se apartarán de los teólogos ateos y de los lobos con piel de oveja que ocupan puestos oficiales. Es María la que formará niños inocentes, doncellas virginales, intelectuales valientes, universitarios contrarrevolucionarios, economistas de la pobreza evangélica, familias incontaminadas, políticos del Reino de Cristo. ¡Es María! Es Ella, la que nos dirá otra vez la lección del coraje y de la fortaleza de san Fernando y santa Juana de Arco, de Muret y de Lepanto, de la Vendée y de la Independencia, de los “cristeros” mejicanos, y de Antonio Rivera y del obispo Polanco que cumplió su deber hasta el martirio para el que hoy hay tan pocas vocaciones, también en defensa de la fe, se manifiestan… (José Ricart Torrens, Pbro. – AVE MARÍA)
¿Tiene cura este trastorno? Completamente. Sólo que debe ser abordado desde diversas áreas: médica, psicológica, familiar, sociológica, espiritual… Poder de la oración y confianza en Dios… No hay ningún trastorno, del tipo que sea, que no pueda ser afrontado, disminuido, atenuado, o encauzado correctamente, recurriendo a la oración, a la confianza en Dios y al poder de su gracia. Debemos pedir la gracia de cumplir siempre su voluntad y cumplir el plan que Él diseñó para nosotros al crearnos. (Javier Navascués entrevista al P. Álvaro Sánchez Rueda – AHORA-INFORMACIÓN)
“Quien considere pía y sobriamente el sermón que pronunció nuestro Señor Jesucristo en el monte, tal como leemos en el evangelio según Mateo, creo que encontrará en él todo lo que concierne a las costumbres perfectas, al modo perfecto de la vida cristiana” (San Agustín, De sermone Domini in monte libros duos, I, 1(CCSL35,1) – CRISTIANDAD)
Ella recitaba trozos del libro del Éxodo, pero sueltos: un trozo, un vacío, otro trozo, otro vacío, otro trozo. Se averiguó que aquella chica había sido criada, sirvienta en la casa de un rabino judío que durante la comida hacía que su hijo le leyese la Biblia en hebreo. La chica entraba y salía, y servía. Cuando estaba allí oía, y aquello se le quedaba grabado en la memoria. Aquí no es una glosolalia. Ella no hablaba hebreo, ella recitaba hebreo sin saber lo que decía, lo que sabía entonces. (P. Francisco de Paula Solá S.J.)
Y la Iglesia, porque es la virgen-madre, no se casa con el mundo, sino que sólo reconoce como Esposo a Cristo, que “la alimenta y la abriga” (Ef 5, 29). Jesucristo comunica a su Esposa una fecundidad universal. En la Iglesia Madre, “del agua y del Espíritu” (Jn 3, 5), nacen todos aquellos que “no de la sangre, ni de la voluntad de la carne, ni de la voluntad de hombre, sino que de Dios son nacidos” (1, 13). La Esposa virginal de Cristo concibe a sus hijos, como la Virgen María a su unigénito, “por obra del Espíritu Santo”, y tanto mayor es su fecundidad cuando más unida se mantiene a Cristo Esposo. (José María Iraburu)
06 Miércoles Feb 2019
Posted Miguicas
inPadre Martínez m.C.R.
* Suele pasar que los ignorantes traten de dogmáticos a los sabios. La ignorancia es así de atrevida.
* Alicia V. Rubio Calle, ha escrito que con cierta razón al feminismo se le conoce como “feminacismo”.
* Dios quiere que todas las almas se salven. Quien no quiere dejar el pecado se condena eternamente.
* Hay unos principios inmutables que trascienden las contingencias históricas. La ofensa a Dios siempre será pecado. La verdad siempre será verdad.
* Tendemos a juzgar a las personas con quienes convivimos, trabajamos… Santa Teresita del Niño Jesús decía: “No seamos jueces, sino ángeles de paz”.
* No basta con instruir la mente de los alumnos. Es necesario forjarles la voluntad. Formarlos, para que vivan su destino natural y sobrenatural, como Dios manda.
* “Llevando una vida santa y de amor, verdaderamente “consolamos” a Cristo; tanto más cuanto más santa y henchida de amor llevemos nuestra vida” (P. Francisco Segarra, S.I.)