tomando aparte a los Doce, les dijo por el camino: «Mirad, estamos subiendo a Jerusalén, y el Hijo del hombre va a ser entregado a los sumos sacerdotes y a los escribas, y lo condenarán a muerte y lo entregarán a los gentiles, para que se burlen de él, lo azoten y lo crucifiquen; y al tercer día resucitará».
Entonces se le acercó la madre de los hijos de Zebedeo con sus hijos y se postró para hacerle una petición. Él le preguntó: «¿Qué deseas?». Ella contestó: «Ordena que estos dos hijos míos se sienten en tu reino, uno a tu derecha y el otro a tu izquierda». Pero Jesús replicó: «No sabéis lo que pedís. ¿Podéis beber el cáliz que yo he de beber?». Contestaron: «Podemos». Él les dijo: «Mi cáliz lo beberéis; pero sentarse a mi derecha o a mi izquierda no me toca a mí concederlo, es para aquellos para quienes lo tiene reservado mi Padre».

Padre Martínez m.C.R.

* El depósito sagrado de la fe contenida en la Tradición divina y en la Sagrada Escritura fue confiada por Jesús y los Apóstoles a la Iglesia. El Magisterio de la Iglesia no está por encima de la palabra de Dios, sino a su servicio, para enseñar íntegramente la fe divina.

* Antes de escribirse los Evangelios, la Iglesia sirvió de fuente humana de certeza de la Revelación divina y de intérprete auténtica de su contenido. Fue la Iglesia quien reconoció los escritos posteriores como fieles transmisores de la verdad revelada por Dios y a la vez, rechazó otros escritos como apócrifos por falsear el mensaje de Cristo.

* La Iglesia, por voluntad de Cristo e iluminada por el Espíritu Santo, es hoy el único depositario e intérprete auténtico de la Revelación divina. Por eso sería absurdo aceptar como verdadero lo revelado por Dios en la Biblia negando al mismo tiempo el Magisterio de la Iglesia, que es el fundamento del valor de la Sagrada Escritura como Revelación divina.

* Fe objetiva es el conjunto de verdades que Dios ha revelado y la Iglesia nos enseña. Estas verdades objetivas son: de fe divina, de fe divina-católica y de fe católica.

* “Para situarnos en la realidad de américa, es preciso que vayamos a la ciudad de nuestra estirpe, es decir, al inmenso y maternal regazo de España” (+ Roberto J. Tavella, Arzobispo de Salta).

* “Hay que preferir siempre y en toda la forma, antes que la materia, la calidad antes que en la cantidad; hay que hacer poco, pero muy bien hecho, y aspirar siempre a más elevada perfección, y que renueve si es posible. La calidad enriquece, la cantidad agota sin provecho” (Armonía Cartujana).

* Jesucristo dijo bienaventurados los pacíficos. Los “pacifistas” los inventaron los violentos de la modernidad.