JEAN DUMONT, Historiador francés
ISABEL LA CATÓLICA, LA GRAN CRISTIANA OLVIDADA
Después la ideología de Las Casas desarrolla sus frutos que, según la recomendación del Evangelio, van a permitir enjuiciar al árbol. Primer fruto: la ideología de Las Casas va a ser aprobada y retomada por los anticristianos “filosóficos” del siglo XVIII, entonces los nuevos maestros de opinión. Por ejemplo, el francés Raynal, autor de una inmensa Histoire philosophiquedes Indes que denuncia también la “tiranía europea”, española y cristiana. Gran enemigo de la fe y del clero aunque, o porque, antiguo sacerdote indigno, este neo-Las Casas reclama en 1.789 que “no se le alimente por más tiempo de incomprensibilidades que repugnan a la razón”. Y juzga al clero “el más cruel enemigo del Estado y de la nación; entre las clases inútiles de la sociedad, la más dañina”.
Otro neo-Las Casas “filosófico”: Marmontel, secretario perpetuo de la Academia francesa en 1783 y autor de una gran novela, Les Incas. Donde denuncia en América “el fanatismo, -es decir, el catolicismo—, rodeado de masacres y de restos, asentado sobre montones de muertos y paseando sus miradas sobre inmensas ruinas”. En la dedicatoria de los Incas al rey de Suecia, protector de los “filósofos” anticristianos, Marmontel no temía precisar su intención, al emitir esta condena muy lascasiana, de fondo y de forma: “Vuelvo a abrir la mayor herida que jamás haya hecho al género humano la espada de los perseguidores”.