+ EMILIO ANDRÉS FERRER
02 sábado Jul 2022
Posted Artículos
in02 sábado Jul 2022
Posted Artículos
in02 sábado Jul 2022
Posted Artículos
inPese a que la Patrona del Perú es Santa Rosa de Lima, la Virgen de la Evangelización, es popularmente aclamada como «Patrona de facto del Perú» por ser la principal advocación mariana del país.
La imagen corresponde a la advocación de la Virgen del Rosario, a pesar de esto, otros se inclinan porque su iconografía responda a la madre de Jesús. Según relata Don Casimiro Novajas en un poema: «En el lado que sigue del crucero se admira en aparato de capilla la que es en Lima el celestial lucero, la que en la devoción constante brilla, Aquella Virgen, que en piadoso esmero es Patrona y la octava maravilla; pues grandeza, primor y culto vario todo cede a la imagen del Rosario».
La talla fue encargada por la hija de Francisco Pizarro, Francisca, hacia 1551 a Roque Balduque, para que presidiera el Retablo Mayor, donde debía ser enterrado el Conquistador. Ante Ella se cree, en medio de una gran fiesta, fue depositada la primera rosa florecida en la ciudad de Lima por el primer obispo de la diócesis, Fray Jerónimo de Loayza. A Nuestra Señora de la Evangelización elevaron sus plegarias Santo Toribio Alfonso de Mogrovejo, San Francisco Solano, San Martín de Porres y Santa Rosa de Lima.
Nuestra Señora de la Evangelización presidió la vida de la Iglesia arquidiocesana de Lima y los Concilios Limenses de modo particular el tercero, que tanta importancia tuvo para profundizar y difundir el Evangelio desde Nicaragua hasta Cabo de Hornos en la primera evangelización de parte importante de América. Ante Ella fue entonado el Te Deum con motivo de la Independencia Nacional el 28 de julio de 1821.
Durante la Guerra con Chile la imagen fue repintada en color blanco, haciéndola pasar por escultura de mármol, para evitar que los invasores se la llevasen, desde aquellos tiempos se le veneraba en el Altar Mayor. En 1985 la imagen recobra su belleza original, siendo restaurada en un taller de los Barrios Altos en la Ciudad de Lima por dos Artistas restauradores Luis Alberto y Anselmo Bocardo por encargo del Episcopado y pasada a la hermosa Capilla de la Concepción, donde hasta hoy se venera.
En el año de 1985, durante su primera visita al Perú, su Santidad el Papa Juan Pablo II la coronó solemnemente, consagrándole la Nación; y en el año de 1988 con ocasión del Congreso Eucarístico y Mariano de los países Bolivarianos, el Santo Padre la honró de forma extraordinaria al concederle la Rosa de Oro o Rosa Púrpura, diciendo: «Si hay una ciudad en el mundo en donde la Virgen Merezca recibir una rosa, esa ciudad es Lima».
El 6 de octubre de 1990, el Papa Juan Pablo II la proclama Patrona de la Arquidiócesis de Lima.
02 sábado Jul 2022
Posted Sabaticas
in* La oración no es necesaria para Dios. Es necesaria para el cristiano que reza.
* “La causa de la democracia aparecerá desesperada, si se parte de que el hombre puede alcanzar verdades y poseer los valores absolutos” (Kelsen).
* Un religioso de Ucrania: “Hay personas que han venido a confesarse por primera vez en su vida, y ancianos y enfermos nos llaman para que acudamos a sus casas a confesarlos.
* Ven Espíritu Santo, purifica mi memoria, ilumina mi entendimiento, fortalece mi voluntad, enciende mi corazón para amar siempre a Dios Padre, a Dios Hijo y a Ti Dios Espíritu Santo, a la Virgen Santísima, a San José y al prójimo, como Jesús nos enseñó.
* San Pío X, en el documento que condena el movimiento “Le sillón”, abanderado de la democracia moderna, dice: “No se levantará la sociedad si la Iglesia no pone los cimientos y dirige los trabajos, no; la civilización no está por inventar, ni la ciudad nueva por construir en las nubes. Ha existido, existe; es la civilización cristiana, es la ciudad católica”.
* “No se trata más que de instaurarla y restaurarla sin cesar sobre sus fundamentos naturales y divinos contra los ataques siempre nuevos de la utopía malsana de la revolución y de la impiedad: Omnia instaurare in Christo” (Notre charge apostolique, 11).
* Pío XII, al iniciar su pontificado, declaró: “Aprovechando de buena gana esta oportunidad, Nos queremos que el culto debido al Rey de reyes y al Señor de los señores sea como la plegaria introductoria a nuestro pontificado, cumpliendo así los deseos de mi predecesor” (Summi Pontificatus, 2).