El Párroco
* No se que enseñan los teólogos de nuestros días. Pero es verdad que Jesús en el Cielo nos escucha y goza. ¡Podemos dar consuelo y alegría a Jesús en el Cielo!
* Dice Santo Tomás de Aquino que: «La esclavitud del pecado es la peor de todas, porque no puede evitarse, ya que a cualquier parte que el hombre vaya lleva el pecado dentro de sí, aunque su acto y placer haya pasado». Recordemos que el pecado lleva al infierno.
* Nuestras miserias no impiden nuestra unión con Dios. Es nuestra desconfianza la que nos aleja de Dios. «La santidad no está en tal o cual práctica, sino que consiste en una disposición del corazón que nos hace humildes y pequeños en los brazos de Dios, conscientes de nuestra debilidad, y confiados hasta la audacia en su bondad de Padre» (Santa Teresita del Niño Jesús).
* Alguien me envía su respuesta, diciendo que estoy loco que soy un peligro para la sociedad. Otros responden diciendo que soy un santo. En el Antiguo Testamento Dios nos dice: «Sed santos como Yo soy santo. Y Cristo nos manda que «seamos perfectos como nuestro Padre es perfecto». Queda claro. Creerse que uno es santo es una locura. Pero debemos ser santos.