



10 jueves Ene 2019
Posted Artículos - Contracorriente
in10 jueves Ene 2019
10 jueves Ene 2019
Posted Mojones
inMontserrat
Adoptar una actitud de indiferencia para hacer viable el procedimiento del pacto consensual quebranta gravemente la fidelidad a las promesas electorales. Al votar una determinada opción política, el ciudadano encomienda a sus representantes la delicada tarea de modelar en un sentido muy preciso la vida de la comunidad. Esta modelación puede realizarse con flexibilidad asumiendo de las distintas orientaciones políticas los hallazgos que se juzguen positivos en un análisis imparcial. Tal asunción implica un trabajo muy arduo de integración orgánica. Es tarea difícil porque exige fidelidad al propio modelo y atención a las aportaciones de los demás. (Alfonso López Quintás – Manipulación del hombre en la defensa del divorcio)
Por lo tanto, una sociedad que se ve aislada de sus etapas anteriores sufre una amnesia social masiva y la pérdida del conocimiento histórico hiere gravemente a la conciencia humana. Una sociedad que se ve privada de su memoria viviente con toda probabilidad caerá en una anomia colectiva y, subsiguientemente, se hundirá en el caos. Una sociedad que se olvida de las cosas que han sucedido en el pasado tiene el serio riesgo de sufrirlas de nuevo. (Mons. Ignacio Barreiro Carámbula – Verbo)
Cualquiera que esté unido con una de estas Tres Personas, por este mismo hecho está unido con toda la Santísima Trinidad, porque su unidad es indivisible. Esa visión, es decir, ese conocimiento inundó mi alma de una felicidad inimaginable, por ser Dios tan grande. Lo que he descrito arriba, no lo vi con los ojos, como anteriormente, sino dentro de mí, de modo puramente espiritual e independiente de los sentidos. Eso duró hasta el fin de la Santa Misa. (Santa María Faustina Kowalska – Diario – La Divina Misericordia en mi alma)
La historia de las religiones nos enseña, sin embargo, que el concepto de ortodoxia cambia con los tiempos y, si la Iglesia Católica apoyó en su día las tesis de San Agustín frente al británico Pelagio, más tarde combatiría a la Reforma apoyándose en tesis más próximas a las de Pelagio que a las de San Agustín. Algo de esto cabría decir del uso que hoy se haga de las ideas de Gramsci, lo cual no quiere decir que si Gramsci levantara la cabeza, quedara más satisfecho del uso que hoy se hace en Europa de sus ideas de lo que hubiera quedado Pelagio si levanta la suya en tiempos del Concilio de Trento. (Aquilino Duque – Razón Española)
La constitución de la familia, anterior a la existencia del Estado nacional que depende de ella, y no ella del Estado, queda entregada al arbitrio de cualquier Romanones, que puede hollar el derecho natural y el canónico y hasta el civil que establece el Código, en el preámbulo de una circular modelo de estulticia progresista. (Juan Vázquez de Mella – El Verbo de la Tradición)
Hay en esta ideología un equívoco de fondo: el poder político es presentado como algo extraño a la naturaleza humana (libre), que se produce en la sociedad política como resultado de la voluntad (consenso) de los hombres. De aquí el dilema y el drama de la política moderna: el constructivismo no sabe cómo limitar un poder que es opuesto a la libertad, cómo convertir la fuerza en legalidad, cómo ordenar la anarquía. (Juan Fernando Segovia – Verbo)
hacemos hincapié en esto, porque son muchos los católicos bonachones (aun en el periodismo católico), que, para que les tengan por imparciales, y por darse barniz de ilustración, que siempre halaga, tocan el bombo y soplan la trompeta de la Fama en favor de cualquier obra científica o literaria que nos venga del campo liberal; y dicen que hacerlo así es probar que a los católicos no nos duele reconocer el mérito donde quiera que lo veamos, que así se atrae al enemigo (maldito sistema de atracción, que viene a ser nuestro juego de gana-pierde, pues insensiblemente somos nosotros los atraídos); que, finalmente, no hay peligro alguno en esto, y sí notorio espíritu de equidad. (Sardá y Salvany – El liberalismo es pecado)
10 jueves Ene 2019
Posted P. Manuel Martínez Cano
inPadre Manuel Martínez Cano, mCR.
Varias religiones afirman que han sido reveladas por Dios, pero la religión revelada por Dios sólo puede ser una, porque hay un solo Dios: Sólo hay una verdadera religión, las otras religiones son falsas. Las religiones que se practican en el mundo son contrarias entre sí en su doctrina moral y culto. Como Dios no puede contradecirse, sólo una de esas religiones puede ser la verdadera religión. El hombre tiene la obligación de buscar, indagar y reflexionar hasta encontrar la verdadera religión. La única religión que ofrezca garantías ciertas de su carácter divino y sobrenatural.
La filosofía y la historia demuestran que sólo la religión cristiana es la verdadera religión. Estos son los argumentos: 1) La trascendente personalidad de Jesucristo, su vida admirable, su sublime doctrina y el perenne éxito de su obra (la Iglesia), son las mayores garantías de que la religión cristiana es la única verdadera revelada por Dios. 2) La religión cristiana ofrece tales caracteres de honestidad, de elevación y santidad, que no puede explicarse sino por su origen divino, los milagros y las profecías son pruebas externas de su divinidad. 3) La religión cristiana, de origen patente en la historia, no sólo se presenta libre de error, de contradicción o de fraude, sino que además responde perfectamente a la naturaleza racional y a las más nobles aspiraciones del hombre.
Un milagro es un hecho sensible, histórico y extraordinario, que supera las fuerzas de la naturaleza creada, que sólo puede ser realizado por Dios. La Iglesia antes de afirmar que un hecho histórico es un auténtico milagro, analiza la verdad histórica, la verdad científica, la verdad teológica y la verdad en relación de ese hecho histórico.
La verdad histórica ha de demostrar la existencia histórica del hecho, con todas sus circunstancias de lugar, espacio, testigos. La verdad científica ha de probar que el hecho histórico supera las fuerzas de la naturaleza sensible, aún aplicadas artificiosamente por los hombres. La verdad teológica ha de confirmar que el hecho reconocido como superior a las leyes de la naturaleza, ha sido realizado por Dios. La verdad relacional constata que el milagro ha sido realizado por Dios para confirmar la autenticidad de una revelación, doctrina divina o la fe de los fieles.
Un milagro es una intervención de Dios en la historia de los hombres. Y Dios sólo ha hecho milagros en su Pueblo: Israel, en el Antiguo Testamento y en su nuevo Pueblo, la Iglesia Católica. Jesucristo, hizo muchos milagros. El Evangelio narra dieciocho curaciones de enfermos, doce que indican un dominio absoluto sobre la naturaleza, tres resurrecciones de muertos, cinco expulsiones de demonios. Milagros tan evidentes, que los enemigos de Jesús exclamaron: «¿Qué hacemos?, que este hombre hace muchos milagros» (Jn. 11, 47). La resurrección de Lázaro fue el detonante de la sentencia a muerte de Nuestro Señor. Y la resurrección de Jesús, la manifestación evidente de su divinidad.
En la historia de la Iglesia se recogen muchos y verdaderos milagros, perfectamente comprobados por la ciencia humana: los requeridos para la canonización de los santos, los de Lourdes, Fátima, etc… Los milagros, bien comprobados, son señales claras de la intervención de Dios en la historia; los milagros son la suprema garantía para saber cuál es la verdadera religión. Y, como en la Iglesia Católica han sucedido y suceden muchos milagros, la verdadera religión es la religión católica.
Profecía es la predicción cierta de un hecho futuro y libre, que actualmente no se puede prever, porque depende de la exclusiva voluntad de Dios y de la libertad de los hombres. Las profecías son milagros de orden intelectual. La predicción de un eclipse solar no es una profecía, porque el eclipse puede preverse naturalmente, ya que está sujeto a las leyes de la naturaleza.
Sólo Dios puede conocer el futuro libre y sólo Él puede dar a conocer al profeta un acontecimiento futuro naturalmente imprevisible. La profecía es, por tanto, clara señal de la intervención de Dios y garantía absoluta de profesar la verdadera religión. Tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento se anuncian hechos futuros y libres, científicamente comprobados posteriormente.
Los milagros científicamente comprobados en la historia de la Iglesia y las profecías cumplidas con exactitud en la vida de Nuestro Señor Jesucristo, ratifican el carácter sobrenatural y divino de la religión cristiana, única verdadera religión revelada por Dios a los hombres.