
Publicado por manuelmartinezcano | Filed under Pensamientos
24 jueves Ene 2019
24 jueves Ene 2019
Posted Mojones
inMontserrat
Pero muchos miembros de la sociedad contemporánea han abandonado el patrimonio histórico y cultural que habían recibido de sus antepasados y, por lo tanto, no tienen nada que trasmitir salvo un desolado relativismo y un triste agnosticismo con respecto de la verdad. El relativismo y el agnosticismo generan desesperanza y sin esperanzas en el futuro nadie estará motivado para tener hijos. (Mons. Ignacio Barreiro Carámbula – Verbo)
El silencio es una espada en la lucha espiritual; un alma platicadora no alcanzará la santidad. Esta espada del silencio cortará todo lo que quiera pegarse al alma. Somos sensibles a las palabras y queremos responder de inmediato, sensibles, sin reparar si es la voluntad de Dios que hablemos. El alma silenciosa es fuerte; ninguna contrariedad le hará daño si persevera en el silencio. El alma silenciosa es capaz de la más profunda unión con Dios; vive casi siempre bajo la inspiración del Espíritu Santo. En el alma silenciosa Dios obra sin obstáculos. (Santa María Faustina Kowalska – Diario – La Divina Misericordia en mi alma)
Sólo en estos términos se podrá establecer la vinculación religiosa -es decir, la participación en los mismos valores- entre el Príncipe y los simples, entre las minorías rectoras y las masas, como hizo el catolicismo en la Edad Media y como Croce quiso hacer a finales del siglo XIX. Croce sería el primero en reconocer, como se ha visto, la crisis de la religión, de la libertad; pero es que la libertad, o el liberalismo, sólo fue una realidad en el plano de la filosofía especulativa, pues la religión de la libertad no llegó nunca a religar a toda la sociedad, sino que fue patrimonio de la clerecía dominante, de la intelectualidad burguesa. (Aquilino Duque – Razón Española)
¡Esa unidad de caciquismo, expedientes y engrudo es la unidad nacional que nos han dejado los liberales! Ese Estado que tiene la unidad de sus atribuciones robadas a la sociedad y a la Iglesia es la potestad civil de que hablan a todas horas nuestros anticlericales, la que hay que levantar contra la doble jerarquía eclesiástica y su vértice supremo el Pontificado, para que caiga como inmenso mandoble sobre las creencias cristianas, porque es ya lo único que le queda por aplastar. (Juan Vázquez de Mella – El Verbo de la Tradición)
La política no impone el fin, no lo inventa ni lo construye, sino que lo encuentra en la naturaleza de los hombres sujetos a su gobierno. Luego, la naturaleza o esencia de la política está en dependencia de su fin, que no es arbitrario sino conveniente -es decir, apropiado, ajustado y por lo mismo útil- a la naturaleza humana. De ahí que pueda decirse, con Francesa Gentile, que la política es “inteligencia de la justa medida”, en tanto “factor de equilibrio (de las sociedades particulares en sus relaciones recíprocas y en las relaciones con la comunidad política) en vista del Bien” Por lo mismo hemos dicho, siguiendo este razonamiento, que la política es la “inteligencia del bien común”. (Juan Fernando Segovia – Verbo)
La herejía envuelta en los artificiosos halagos de una rica poesía, es mil veces más mortífera que la que sólo se da a tragar en los áridos y fastidiosos silogismos de la escuela. La gran propaganda herética de casi todos los siglos, leo en las historias, que la han ayudado a hacer los sonoros versos. Poetas de propaganda tuvieron los arrianos; tuviéronlos los luteranos, que muchos se preciaban, con su Erasmo, de cultos humanistas; de la escuela jansenista de Arnaldo, de Nicole y de Pascal no hay que decir que fue esencialmente literaria. Voltaire ya se sabe a qué debió los principios y sostén de su espantosa popularidad. ¿Cómo hemos, pues, de hacernos cómplices los católicos de tales sirenas del infierno, y darles nombre y fama, y ayudarlos en su obra de fascinación y corrupción de la juventud? (Sardá y Salvany – El liberalismo es pecado)
La práctica del consenso responde a una actitud defensiva, medrosa, en buena medida inoperante, carente de recursos ante las presiones externas. Esta conciencia de debilidad, confesada ante el adversario, suscita el envalentonamiento de éste y acrecienta su apetito de poder. La táctica del consenso lleva por un plano inclinado a un concesionismo sin límites. (Alfonso López Quintás – Manipulación del hombre en la defensa del divorcio)
24 jueves Ene 2019
Posted Artículos
inPadre Manuel Martínez Cano, mCR.
Los modernistas han perdido el concepto y realidad de la Verdad. Hasta que no se vuelva a la filosofía y teología de Santo Tomás de Aquino, el diablo irá engañando a los hombres, eclesiásticos y seglares. Un político ha dicho: «Hay que asumir que debemos odiar la verdad». Pecado satánico. El Papa León XIII intentó recobrar la doctrina tradicional de la Iglesia con su encíclica “Aeteni Patris” del 14 de agosto de 1879. San Pío X lo afirmó con estas palabras: «León XIII por encima de todo y con todas sus fuerzas quiso restablecer la doctrina de Santo Tomás de Aquino.
El relativismo, el kantismo, el hegelianismo, el modernismo… campan por ámbitos de la Iglesia… Alfred Loisy, P. Marcel Heber que terminarían su vida en la apostasía, parecen que se han reencarnado en muchos profesores eclesiásticos: Henrice Blondel con su filosofía demoníaca enseñaba que la experiencia es el criterio último para determinar toda certeza y verdad. Por eso ahora hay que hacer la experiencia de la comunión de los divorciados vueltos a casar para crear esa nueva verdad, demoniaca. No hay que adaptar el Evangelio a la vida de los hombres. Los hombres y las mujeres deben vivir como enseñó Jesucristo que transmiten los cuatro evangelistas.
Loisy, apóstata, lujurioso y modernista concibió en su mente satánica, el nombramiento de un Papa laico, el barón Friedrich Von Hügel (1852-1925) a quien Sabatier (1858-1928) calificó de «obispo laico de los modernistas». Tyrrell escribe al P. Henri Brémond (1865-1933): «Nuestro programa es una religión totalmente aceptable, y será recibida con los brazos abiertos por un numeroso sector de las confesiones anglicanas y protestantes. Y una vez que el Papado esté en total confusión y haya sido desacreditado marcharemos sobre el Vaticano e instalaremos al barón (Von Hügel) en el solio de San Pedro como primer papa laico». Si no se arrepienten muchos de la secta marcharan al infierno.
El 1 de septiembre de 1910 San Pío X impuso el juramento antimodernista y dió a entender que los modernistas constituyen una verdadera sociedad secreta dentro de la iglesia. La secta “humo de Satanás” que decimos en nuestros días, lo envenenan todo diabólicamente. “Los modernistas pervierten el concepto eterno de la verdad» (San Pío X). El cardenal Ernesto Ruffini (1888-1967) manifestó al cardenal Ottaviani el 9 de mayo de 1961: «Lo he dicho ya varias veces, y lo vuelvo a repetir: el modernismo, condenado por San Pío X ¡se difunde hoy día en aspectos todavía más graves y deletéreos que antes!
No. No es una figura retórica: «El humo de Satanás ha penetrado en la Iglesia», como dijo San Pablo VI. Es una secta satánica que pervierte toda la doctrina de la Iglesia. Vacía el contenido de los dogmas y preceptos morales de la Iglesia. No debe extrañarnos, pues, lo que dicen los santos niños de Fátima y Santa Faustina Kowalska «Son muchos los que se condenan».
¡Adelante! ¡A compartir los nobles combates de la fe! Cada uno en su trinchera.