«Se puso Jesús a recriminar a las ciudades donde había hecho casi todos sus milagros, porque no se habían convertido: «¡Ay de ti, Corozaín, ay de ti, Betsaida! Si en Tiro y en Sidón se hubieran hecho los milagros que en vosotras, hace tiempo que se habrían convertido, cubiertas de sayal y ceniza. Os digo que el día del juicio les será más llevadero a Tiro y a Sidón que a vosotras. Y tú, Cafarnaún, ¿piensas escalar el Cielo? Bajarás al infierno. Porque si en Sodoma se hubieran hecho los milagros que en ti, habría durado hasta hoy. Os digo que el día del juicio le será más llevadero a Sodoma que a ti».

Padre Cano, m.C.R.

* Es pura lógica satánica que los abortistas defiendan sus crímenes. El diablo influye en el pensamiento humano. Y los convence hasta llevárselos con él al infierno.

* “El movimiento feminista es una ideología que tiene como premisa la teoría de la lucha de clases para tomar el poder de forma violenta que tiene como fin último destruir la naturaleza de la mujer” (Sara Winter, exfeminista).

* Gracias a Dios, no queréis hacer un ídolo de las formas democráticas (Pío XII).

* “Francisco Franco fue el elegido por Dios, para en medio del desorden y las actividades contra la Patria y la religión dirigir una cruzada -que no Guerra Civil- e instaurar de nuevo los dos valores supremos: Dios y la Patria” (Obispo Luis Franco Cascón).

* Nos albergamos una gran esperanza que la festividad anual de Cristo Rey, que en adelante se celebrará, acelerará felizmente el retorno de toda la humanidad a nuestro amantísimo Salvador. Sería, sin duda alguna, misión propia de los católicos la preparación y el aceleramiento de este retorno por medio de una activa colaboración.

* Son muchos los católicos que ni tienen en la convivencia social el puesto que les corresponde, ni gozan de la autoridad que razonablemente deben tener los que alzan a la vista de todos la antorcha de la verdad.

* Esta desventaja podrá atribuirse tal vez a la apatía o a la timidez de los buenos, que se retiran de la lucha o resisten con excesiva debilidad; de donde se sigue, como natural consecuencia, que los enemigos de la Iglesia aumenten en su audacia temeraria.