«Mirad: guardaos de toda clase de codicia. Pues, aunque uno ande sobrado, su vida no depende de sus bienes». Y les propuso una parábola: «Las tierras de un hombre rico produjeron una gran cosecha. Y empezó a echar cálculos, diciéndose: “¿Qué haré? No tengo donde almacenar la cosecha”. Y se dijo:
“Haré lo siguiente: derribaré los graneros y construiré otros más grandes, y almacenaré allí todo el trigo y mis bienes. Y entonces me diré a mí mismo: alma mía, tienes bienes almacenados para muchos años; descansa, come, bebe, banquetea alegremente”. Pero Dios le dijo: “Necio, esta noche te van a reclamar el alma, y ¿de quién será lo que has preparado?”. Así es el que atesora para SÍ y no es rico ante Dios».

El Párroco

* El hombre moderno es tan autosuficiente que se ha hecho dios. En la imaginación.

* Todos tenemos una manera de ser. Y todos tenemos que ser como Dios quiere.

* “Tengan presente los ricos y los patronos que defraudan en los salarios a los obreros que es un gran crimen” (León XIII).

* “Hijos degenerados se portaron mal con Él, generación malvada y pervertida ¿Así le pagas al Señor pueblo necio e insensato?” (Deuteronomio 32, 1-12).

* Los papas y los santos de todos los tiempos han enseñado que para conocer y amar a Jesús hay que conocer y amar a la Virgen Santísima.

* “Si queremos ser cristianos debemos ser marianos y reconocer la relación esencial que une a la Virgen con Jesús, que nos abre el camino que conduce a Él” (San Pablo VI).

* San Juan Pablo II ha dicho: “Desde el hecho de la Encarnación, Cristo y María están indisolublemente unidos y desde ese mismo instante, María mantuvo fielmente la unión con su Hijo hasta la cruz”.