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Reinaré a pesar de mis enemigos. - Daré a mis devotos todas las gracias necesarias a su estado.
- Pondré paz en sus familias.
- Les aliviaré en sus trabajos.
- Bendeciré todas sus empresas.
- Les consolaré en sus penas.
- Seré su refugio seguro durante la vida y sobre todo en la muerte.
- Los pecadores hallarán en mi Corazón la fuente, el océano infinito de misericordia.
- Las almas tibias se harán fervorosas.
- Las almas fervorosas se elevarán a gran perfección.
- Bendeciré las casas en las que mi imagen sea expuesta y honrada.
- No dejaré morir eternamente a ningún devoto que se haya consagrado a mi divino Corazón.
- Derramaré la unción de mi caridad sobre las comunidades religiosas que se pongan bajo mi especial protección y seré su salvaguardia en sus caídas.
- Los que trabajen en la salvación de las almas lo harán con éxito y sabrán el arte de conmover los corazones más empedernidos, si tienen una tierna devoción a mi Corazón divino y trabajan por inspirarla y establecerla en todas partes.
- Las personas que propaguen esta devoción recibirán por ello grandes recompensas y tendrán su nombre escrito en mi Corazón y jamás será borrado de él.
- Prometo, en el exceso de la misericordia de mi Corazón, que mi amor todopoderoso concederá a todos los que comulguen nueve primeros viernes de mes seguidos la gracia de la penitencia final; no morirán en mi desgracia ni sin recibir los Sacramentos y mi Corazón será su seguro refugio en aquella hora.
Promesas del Sagrado Corazón de Jesús a sus devotos
16 miércoles Ene 2019
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