Padre Cano, m.C.R.
* “Cultiven los ciudadanos con magnanimidad la piedad hacia la patria” (Concilio Vaticano II).
* “No haciendo caso de los lobos del mundo, que no saben guardar nada para después” (San Juan de la Cruz).
* Sedienta estoy de amores / calma mis ansias y en mí pecho aumenta tus divinos ardores / tengo sed y me atormenta… / ¿Cuándo a tu lado volveré contenta? / Tu amor en mi martirio y cuando más el alma traspasa / mayor es mi delirio / porque mi alma pasa ¡Dicho muerte si tu amor me abraza! (Santa Teresa del Niño Jesús).
* “La política no es una entelequia de ideología utópica ni un campo de trabajo para desahogar las pasiones. La política es una tarea realista y cotidiana de construcción de la convivencia, el bienestar y el progreso de la mayoría” (Francisco Franco Bahamonde).
* Es San Cirilo de Alejandría el que describe acertadamente el fundamento de esta dignidad y de este poder de nuestro Señor: “Posee Cristo el poder supremo sobre toda la creación, no por violencia ni por usurpación, sino en virtud de su misma esencia y naturaleza”.
* La autoridad de Cristo se funda en la admirable unión hipostática. De donde se sigue que Cristo no sólo debe ser adorado como Dios por los ángeles y los hombres, sino que, además, los ángeles y los hombres deben sumisión y obediencia a Cristo en cuanto hombre; en una palabra, por el solo hecho de la unión hipostática, Cristo tiene potestad sobre la creación universal.
* ¿Hay realidad más dulce y consoladora para el hombre que el pensamiento de que Cristo reina sobre nosotros, no sólo por un derecho de naturaleza, sino además por un derecho de conquista adquirido, esto es, el derecho de la Redención?