Padre Manuel Martínez Cano, mCR.
Los modernistas han perdido el concepto y realidad de la Verdad. Hasta que no se vuelva a la filosofía y teología de Santo Tomás de Aquino, el diablo irá engañando a los hombres, eclesiásticos y seglares. Un político ha dicho: «Hay que asumir que debemos odiar la verdad». Pecado satánico. El Papa León XIII intentó recobrar la doctrina tradicional de la Iglesia con su encíclica “Aeteni Patris” del 14 de agosto de 1879. San Pío X lo afirmó con estas palabras: «León XIII por encima de todo y con todas sus fuerzas quiso restablecer la doctrina de Santo Tomás de Aquino.
El relativismo, el kantismo, el hegelianismo, el modernismo… campan por ámbitos de la Iglesia… Alfred Loisy, P. Marcel Heber que terminarían su vida en la apostasía, parecen que se han reencarnado en muchos profesores eclesiásticos: Henrice Blondel con su filosofía demoníaca enseñaba que la experiencia es el criterio último para determinar toda certeza y verdad. Por eso ahora hay que hacer la experiencia de la comunión de los divorciados vueltos a casar para crear esa nueva verdad, demoniaca. No hay que adaptar el Evangelio a la vida de los hombres. Los hombres y las mujeres deben vivir como enseñó Jesucristo que transmiten los cuatro evangelistas.
Loisy, apóstata, lujurioso y modernista concibió en su mente satánica, el nombramiento de un Papa laico, el barón Friedrich Von Hügel (1852-1925) a quien Sabatier (1858-1928) calificó de «obispo laico de los modernistas». Tyrrell escribe al P. Henri Brémond (1865-1933): «Nuestro programa es una religión totalmente aceptable, y será recibida con los brazos abiertos por un numeroso sector de las confesiones anglicanas y protestantes. Y una vez que el Papado esté en total confusión y haya sido desacreditado marcharemos sobre el Vaticano e instalaremos al barón (Von Hügel) en el solio de San Pedro como primer papa laico». Si no se arrepienten muchos de la secta marcharan al infierno.
El 1 de septiembre de 1910 San Pío X impuso el juramento antimodernista y dió a entender que los modernistas constituyen una verdadera sociedad secreta dentro de la iglesia. La secta “humo de Satanás” que decimos en nuestros días, lo envenenan todo diabólicamente. “Los modernistas pervierten el concepto eterno de la verdad» (San Pío X). El cardenal Ernesto Ruffini (1888-1967) manifestó al cardenal Ottaviani el 9 de mayo de 1961: «Lo he dicho ya varias veces, y lo vuelvo a repetir: el modernismo, condenado por San Pío X ¡se difunde hoy día en aspectos todavía más graves y deletéreos que antes!
No. No es una figura retórica: «El humo de Satanás ha penetrado en la Iglesia», como dijo San Pablo VI. Es una secta satánica que pervierte toda la doctrina de la Iglesia. Vacía el contenido de los dogmas y preceptos morales de la Iglesia. No debe extrañarnos, pues, lo que dicen los santos niños de Fátima y Santa Faustina Kowalska «Son muchos los que se condenan».
¡Adelante! ¡A compartir los nobles combates de la fe! Cada uno en su trinchera.




Esta evolución del catolicismo, este cambio se caracteriza por una «inadvertencia trágica», la del fin último del hombre, cosa que trastorna y cambia de fondo la religión y cambia la perspectiva cristiana. Esa novedosa perspectiva consiste en considerar que esta morada terrena es la que hemos de construir, sin entretenernos en pensar en la del futuro, en la eterna. Lo opuesto de la auténtica perspectiva cristiana que considera que somos ciudadanos del Cielo y que nuestra morada no está en la tierra sino en los cielos. No sólo eso, sino que niegan el punto de partida cristiano, para el que es evidentísimo que el hombre, caído por el pecado original y por sus sucesivos pecados, necesita redención. (Custodio Ballester Bielsa, pbro.)
* Dios fue siempre fiel a su pueblo Israel y hoy es fiel al hombre infiel. Siempre le está esperando en el confesionario.
La moda es un ser conocido de todos; aunque no todos sepan definirla. Una de las palabras que primero se aprenden y con más frecuencia se repite. Moda, si buscas el origen de esa palabra la encontrarás en la lengua latina. La palabra moda se deriva del vocablo latino «modus»; que significa modo, manera de obrar. Y eso es de hecho la moda: la manera de ser y de obrar en determinada región y cada época de la historia.